El dúo Mariano y Puigdemon
Este Gobierno pilotado por Mariano Rajoy no da con la tecla -claro está que su presidente maneja con destreza el mando a distancia en cada partido de LaLiga o Champion league- y manda paracaidistas a Cataluña, tal como Soraya, quien apenas sabe catalán y desconoce con mucho el sentimiento de esta región, a fin de que el artículo 155 consiga hacer converso a Puigdemont o a quien este delegue. En realidad, ambos gerifaltes conviven y precisan de su propia oligarquía organizada, pues viven en el mismo periplo histórico, pero sin entenderse cada cual de la postura del otro desde su respectivo territorio -a todo esto territorios pertenecientes a la misma nación española-.
Lo que no cabe duda es que pasa el tiempo y el desastre de las supuestas negociaciones -nunca visualizadas o dadas a conocer, tal vez porque son inexistentes- está causando al ciudadano de a pie un vértigo tenebroso ante una parálisis también aciaga y la inminencia de un incierto desenlace final, así considerado por expertos politólogos, de que sea este cual sea, será perjudicial para todo el Estado.
El encaje nacional, no solo de Cataluña sino del resto de las regiones de España, se debe sustentar en dos sistemas de abrumadora autonomía cultural y financiera.Algo bulle en una región en la que las inclinaciones secesionistas solo pueden producir una convivencia frágil y carente de toda virtud de unidad y cooperación, formándose lo que nadie desea, dos tipos de ciudadanos, predispuestos a un nocivo enfrentamiento sine die y, por tanto, sin ventajas ni progreso para las dos partes enfrascadas y divididas.
Vicente Montejano Conejero
Baiona
03.03.2018 | 04:55