Encender pasiones es como apagar incertidumbres, de ahí que con gran claridad envíe este escrito para agradecer al lector que sabe distinguir entre periodismo veraz y periodismo de oídas.
Soy periodista jubilado de FARO DE VIGO, un gran medio que desde un primer momento me ofreció la ocasión de actuar con vocación profesional en mi cargo como redactor y delegado en la comarca del Val Miñor, así como en los inicios llevar también los municipios de la comarca anexa del Baixo Miño
En todo ese periplo el decano de la prensa fue el único medio inteligible que accedió sin cortapisas a cualquier información o notición que ocurriera en alguno de los municipios de ambas comarcas. En ningún momento, paparrucha, bulo o interés malévolo tuvieron bula y espacio en sus páginas, de lo que hay que enorgullecerse.
Han pasado muchos años de que yo me fuera de este histórico periódico y de ahí que agradezca, desde ha tiempo, todos los parabienes y halagos que sigo recibiendo de los lectores que día a día siguen repasando las páginas de FARO, echando de menos muchos de mis artículos, crónicas o enfoques personales que fui elaborando a los largo de los 25 años que trabajé en este importantísimo periódico centenario; de ahí que desde el espacio que se me ofrece de Cartas al director dé intensas gracias por todos los inmerecidos reconocimientos que recibo desde las comarcas citadas y de la provincia a mi labor profesional pasada. Gracias.
Vicente Montejano Conejero