Hace unos tres meses en un artículo mío me referí a “Memos que salen como polillas” y en esta ocasión titulo, “De topo en Galicia a investigador y precursor de… nada de nada”, refiriéndome a un ex maestro de escuela que criaba topos en su huerto y de los cuales aprendió muchas de las cualidades de este mamífero placentero, que luego llevó a la práctica cuando de la escuela se pasó a la política y en ella menudeó en funciones que le encomendaron, confiando principalmente en su sentido de tacto, sin necesidad del sentido común ni tampoco el de la vista.
Los topos son animales difíciles de avistar en condiciones normales, igual que este preceptor venido de tierras adentro, muchas veces confundido en el marasmo de plenos y comisiones, con escasa voz pero sí con voto importante en cualquier decisión por pertenecer a un gobierno popular con mayoría absoluta en un pueblo de Galicia, y es de aquí donde el desconocido don…, -término que antepuso a su nombre y que impuso que así se le tratase por el alumnado y personal del concello- , sólo saliera en la superficie o envoltura de ciertos proyectos auspiciados por los precursores de una importante Efeméride centenaria en Galicia, restando valor a cualquier iniciativa que se prestase llevar a cabo en la misma, llegando incluso este individuo a provocar un desatino si no se llega a tiempo para evitar que cortase un pergamino medieval y dejarlo simétrico, tal como una hoja DIN A4, traído desde Simancas a la recién estrenada Biblioteca Municipal de tal concello, sita en el inmueble Pater, Fillo i Spiritus Sancti, con el objetivo concreto de que “el pergamino quedase acorde con el resto de documentos de la exposición” organizada por tres personas, el historiador y profesor Juan Juega Puig, el historiador y director de la Biblioteca de la Diputación de Pontevedra, Enrique Sotelo Resurrección, y el que suele suscribir artículos con mi nombre.
El tal Topy (así le voy a denominar), con un exceso de energía inútil se opuso, en principio, a que dicho concello fuera presentado como anunciador de un Nuevo Mundo, en Las Torres de Jerez , hoy Torres de Colón, en Madrid, iniciativa apoyada y avalada por la alcaldesa de una localidad onubense, Pilar Pulgar Fraile, y el arquitecto madrileño y autor de tales torreones, Antonio Lamela, respectivamente. Después, Topy puso obstáculos para que el Auditorio Municipal del concello gallego dispusiese de un proscenio mayor a fin de adaptarlo para obras de teatro de mayor relieve. Asimismo, dejó anegada una importante subvención solicitada ante el Consejo de Administración de Fenosa, para poder garantizar proyectos en marcha con la importante Efeméride centenaria, asimismo, podría enumerar más torpezas, discordancias y aberraciones cometidas entonces, pero ahora con el dislate de pronunciarse Topy en Galipedia como precursor de la Efeméride centenaria, réplica de una Carabela y de una Fiesta Medieval.
Esta impúdica acción merecedora de repudio y de denuncia ante esta ofensa y burla al pueblo de ese concello debe ser conocida por quienes engañados por las argucias de este sujeto, que bien sabe construir su nido de mentiras y protagonismos vanos con la obtención de datos que son de otros historiadores e investigadores y apoderándose de iniciativas que no son suyas y que además intentó torpedear sin conseguirlo.
Ea pues, ya es hora de desmontar un recorrido de enredos y falsificación de la historia de este municipio, poniendo final a este itinerario de capítulos de paparruchas por este depredador del rigor y de la verdad de la Efeméride centenaria y la Fiesta Medieval.
Cualquier parecido o semejanza con la realidad es pura coincidencia. Eu non creo nas meigas, mais habelas hainas