NUNCA MÁS

Nunca más tendrás que limpiar la silla donde dejé caer sin desearlo minutas migajas de aquellos alimentos que compartí contigo.

Nunca más tendrás que ver mis pucheros en labios contraídos por el dolor o tristeza de errores cometidos.

Nunca más deberás atender facturas por todos aquellos gastos que compartí contigo.

Nunca más tendrás que ponerme en cama durante la noche pañitos calentitos a mis pies fríos, base que forma parte de mi equilibrio.

Nunca más tendrás que justificar el odio de tu hijo a mi persona por haberme enamorado de ti y vivir en paz contigo en tu casa y con él escondido en su habitación para no verme ni cruzarse conmigo.

Nunca más te burlarás de mis heridas por no poder ser curadas con tus deseos y tu ternura.

Nunca más caminaré a tu lado con dos lágrimas que nublan la mirada de lo que vemos a lo largo de la senda diaria que atravesamos.

Nunca más evitaré que te enamores de alguna otra persona que corresponda a tu pasión desmedida o tus anhelos fugaces.

Nunca más tendré que decirte que desoigas a quienes te aplauden y por detrás no te valoran.

Nunca más deberás atender al planchado de mis camisas porque yo tiendo a ir desnudo con mis pobres desdichas.

Nunca más tendrás que abrazarme durante la noche porque yo estaré soñando en lo feliz que fui en tu compañía.

Nunca más oirás me oirás hablar de política porque lo absurdo ni se escucha ni tampoco se comenta.

Nunca más me darás un beso en cada vuelta hacia el pan, periódico o frutería porque la brújula cambió el Norte por el Sur y hacia esa latitud recorrió mi vida.

Nunca más me acompañará en esta despedida, yo me quedaré en el puente con mis recuerdos, mi soledad y mi melancolía en tanto tú despegarás buscando una nueva vida.

Mayo 30   2020

 

A la mujer que quise y por la que yo habría dado mi vida.