VIRABICHO MUTANTE: Cas-cal 20

España es uno de los países con mayor porcentaje de personas de 65 años, el primero del mundo en el que se producen más recuperaciones, así como también donde se emplean los tests y se requiere a los distintos gobiernos de las comunidades autónomas que mediante las solicitudes diarias a los centros sanitarios envíen fehacientemente los datos de contagios, fallecimientos y recuperaciones que se producen por el Covi-19.

Sin embargo, PP y Vox tildan de falsedad todo este mensaje y agregan que por porcentaje de muertes por habitante España ocupa el primer lugar, sin tener en cuenta peculiaridad de territorios, etnias y población.

Los portavoces del PP y Vox prosiguen su acoso y lanzan duros dardos acusativos al Gobierno de Sánchez recriminándole e incluso culpándole de todas las muertes acaecidas desde el 8 de marzo, cuando no, burlándose de la orientación sexual del ministro Marlaska o de la ideología comunista y bolivariana de Iglesias.

La iglesia católica, por su parte, mediante la Conferencia Episcopal española rechaza la renta mínima y pide retomar las misas con mascarilla.

Y yo me uno a la pregunta que Moisés Naim se hace: ¿existen problemas grandes y dirigentes pequeños?

En realidad, no creo que esta situación sea idéntica a otra. Tantas veces repito que nada es igual, que la historia no se repite sino que se caricaturiza, convirtiéndose en más sutil, malvadamente inteligente y, por tanto, más perversa.

En el caso que nos ocupa observamos que en el plano mundial surgen problemas de carácter leve, relevante, severo, crítico… pero la respuesta dada en España es radical y sin respiro, por lo que algunos apuntan no sin cierta retranca gallega que lo que ocurre en el Parlamento no es la interpretación de un sainete sino la tremebunda actuación de un virabicho mutante conocido por Cas-cal.20

 

Vicente Montejano Conejero

ACOSO O DERRIBO

Este COVID-19 es un preaviso de futuras pandemias, al igual que fueron las anteriores, cuyas mutaciones llaman la atención a científicos, epidemiólogos y médicos especialistas porque en un futuro, sin determinar, puede producir un colapso y poner en jaque la existencia humana.

 

Millones de años en este planeta y el ser humano no ha sabido corresponder a los procesos lentos que le ofrecen la vida a fin de no degradar de modo tan negligente su entorno medioambiental y siempre viviendo de espaldas a la Madre Naturaleza.

 

En un larguísimo recorrido existencial humano sólo han prendido interés el egoísmo, la vanidad y los prejuicios, notándose una desipiencia en gran parte de sus cometidos, es decir, carencia de entendimiento, ciencia, sensatez y, por ende, malsanas costumbres convertidas en fanáticas tradiciones.

 

De las pandemias habidas recordemos algunas: la peste negra o bubónica en el siglo XIV, a través de parásitos en roedores y que produjo cerca de 200 millones de muertos; una nueva plaga a finales del siglo XIX con más de 12 millones de muertos; gripe española (entre 1918-20) con 50 millones muertos en el mundo y 300.000 en España; gripe asiática (1957-58); gripe de Hong Kong (1968); el VIH o sida (en la década de los 70) con 35 millones de muertos, de los que 1,7 niños; después otras y otras pandemias, como el ébola, el Sars…

 

Tras todo este balance, ¿hemos aprendido algo?

¿Entendemos que debe haber un Antes y un Después y a tenor de lo que aprendamos de este confinamiento global dejar hachas de guerra, acosos o derribos, insidias e insultos y coparticipar todos, sin excepciones, contra una pandemia de mutaciones graves e incansables?

Sin duda, este Covid-19 que nos acecha es un claro premonitorio de nuestra desaparición en este planeta si insistimos en actuar sin conciencia, al igual que hicieron nuestros ancestros.

 

Vicente Montejano Conejero

LA CULTURA DE LO MOMENTÁNEO

 

El ser humano sigue siendo vulnerable pese a los adelantos tecnológicos que pudieran darle mayor libertad y autonomía. Todo tiende a convertirse en una pantomima dentro de una sociedad donde sólo cuenta el instante o lo momentáneo, quedando relegado cualquier experiencia, lección, enseñanza o proceso vital a una mera cuneta de un ignoto itinerario que nunca se te ocurrió emprender. Ea así que durante décadas de vida trabajas, pagas, cumples, observas e intentas aprender de lo bueno y lo malo que se te cruza en tu andadura profesional.

Pero ¡ojo! llegas a los 65 años y de repente muchas miradas se vuelven hacia tu persona como esquelas que te invitan a alejarte del escenario donde te hallases. En principio, te sorprendes, después vas aceptando y obvias parte de ese alrededor donde empieza a dirimirse las distancias de unos y otros.., pero si a tal edad para algunos ya estás fenecido y sin embargo logras suficiente salud para alcanzar los 75… lo que te espera es mayúsculo, dado que para el resto musculoso de entidades, bancarias o de otro tipo, tu ya  eres un invisible transeúnte, acaso, deambulante o pisaaceras que bigardea o pendonea de un lugar a otro sin capacidad u oficio alguno.

Tan insignificante te hacen que hasta prescribe, si eres moroso, cualquier débito que pudieras ocupar en el capítulo del indescriptible Asnef, pasando, eso sí, a ser solo superviviente y reconocible en los pagos del IBI u otras tasas insolidarias, sin lograr por parte de alguna entidad bancaria que te proporcione una menguada propina, sin menoscabo de que éstas sigan ejerciendo en su resguardado y estúpido imperio.

Puestos así, tendremos que pensar (ya que no nos dejan otros modos de obrar), que DNI u otro documento que nos acredite como supuestos seres vivos, son horribles o abstractos pliegos o fichas que codifican de modo injusto y nos apartan de cualquier realidad que acusemos, dando por nula la situación que podamos sentir o vivir.

Lo cierto es que hemos llegado a convertir nuestra propia naturaleza en un pasaje cruento e hipócrita con actitudes y miras de inmediata composición, donde sobran memoria, pasado y, por tanto, todo aquello que pueda relacionarnos con el presente, olvidándose lo que fuimos e hicimos mientras que nos dieron vida cédulas y otras prebendas, tales como el dinero o supuesto poder, del todo perdido.

¡Qué tristeza!, llegar a un mundo insolidario e individualizado, donde ni la familia crea colectividad o apego. ¿Qué es importante? Lo momentáneo. Si no te gusta tu mujer o familia, te marchas, cambias y buscas a otra.  Lo mismo con todo.

No hace falta que rebusques en tu cofre vital, sal en chándal y ponte a correr entre la jungla en que se ha convertido esta sociedad e intenta llegar el primero sin importante cómo lo haces, manga lo que te venga en gana, golfea, ejerce tu individualismo sin importante un bledo lo que te rodee, huyendo así de cualquier camino que te haga emprender la recuperación de la honestidad o de la memoria. Eso sí, sin olvidar, firmar lo que poderes fácticos imponen en ese nuevo marco de feudalismo convertido hoy día en neoliberalismo o mamandurria procesal, a fin de que si llegas a alcanzar una edad no válida para este estereotipado y arbitrario imperio -a tenor de la letra pequeña que te pongan-, calles y proporciones de forma muda y velada tus derechos sin más.

EL «TRIAJE» DE LOS QUE EXIGEN LUTO Y PROFANAN

Hace unos cinco mil años se relacionaba en lengua latina la raíz “terd”, la acción de separar la cáscara del grano mediante el pisoteo del buey (trion).  Siglos después (de tribulum), a “trillo” y “trillar”,con el sentido inicial de señalar un camino a base de frecuentarlo. Y más adelante se adoptó “triar”.

“Triar”, es un término incorporado por la Academia en 1889 con los mismos significados que tenía de “escoger”, “separar” (el grano de la paja), “cribar” y “entresacar”. Y en 1999 recogido en el Diccionario del español actual, citándose el ejemplo “lavar y triar lentejas”.

Y desde 2016, “Triaje”, palabra que llevaba años diseminada por los hospitales de España.

En estos meses de coronavirus, el antes neutral “triaje” se ha convertido en término enojoso, habida cuenta que ya no se refiere sólo a “escoger” para distribuir, atender y curar, sino también a peligro, esto es, rechazar y desatender, reapareciendo de modo imprevisible, aquel antiguo sentido del pisoteo y dirigido a personas mayores, según condición social y supuesto riesgo.

Ese “triaje” enojoso, según el documento de recomendaciones éticas, recomienda “valorar cuidadosamente” el beneficio de ingreso de pacientes con expectativa de vida inferior a 1-2 años, no ingresar a personas en las que se prevé un beneficio mínimo, priorizar a la persona con más años de vida ajustados a la calidad de la misma o tener en cuenta el valor social de la persona enferma”.

Llama la atención las críticas aducidas por la presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid, cuyo partido ayuda a gobernar en coalición al Partido Popular y a Ciudadanos. Rocío Monasterio considera insultos los reproches de Pablo Casado a Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso del pasado 9 de abril. “Quizás se han olvidado de que gobiernan en la Comunidad de Madrid con competencias de Sanidad para comprar material, limitar eventos multitudinarios, confinar poblaciones, además la información de contagios, triajes, UCI, propagación, muertos, focos y transmisión comunitaria sale de los hospitales a las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas”, encargadas de trasladar después esos datos al mando centralizado del Gobierno.

Sin embargo, Casado acusa al Gobierno de ocultar la dimensión de la pandemia y duda sobre la cifra oficial de muertos y pide que se decrete el luto en todo el país.

En tanto, y lo más curioso, Rocío Monasterio es acusada ahora por su socios de «roja y comunista».
¡Chúpate esa!

 

Vicente Montejano Conejero

JÁCAROS Y DESVERGONZADOS PARLAMENTARIOS

A pocos días de un nuevo desafuero, se suscitan nuevas elecciones para obtener mayoría absoluta y de ese modo desistir de cualquier negociación que la cúpula del partido más votado (PSOE) considera un fiasco sin acepta las exigencias de Unidas Podemos, aunque gran parte de la ciudadanía ve en ello un somero fiasco y una prueba más de la inmadurez de la clase política que tenemos en este momento en España.

La mayoría absoluta crea prepotencia y no procesa ningún atisbo de hacer que las leyes sean mejores y más representativas, ni con ello determinar con aciertos seguros y fuerza el contenido de las políticas a emplear.

En conclusión, volver a repetir elecciones significa poner de antemano la derrota como un nexo sucedáneo de todo lo que no se ha sabido hacer y trabajar para hacer posible cualquier fórmula válida, tal como se llevó a cabo en ese país en el que nunca se ha creído, digamos que hablamos de Portugal.

Por tanto, toca ahora recomponer una escena nada obsidiana y sí de acuerdos mutuos, que traten de no desperdiciar ninguna oportunidad para conquistar o fortalecer derechos adquiridos y derogar reformas o leyes ajenas a los avances que una autotitulada izquierda debe llevar a gala para mantenerse fiel a sus postulados.

Sustentar el crecimiento económico, reducción del paro, así como de la deuda y el déficit del PIB, la revalorización de las pensiones con el IPC, la subida del salario mínimo, la reversión de las privatizaciones con especial ahínco de mantener incólume la sanidad pública, la derogación de la ley mordaza y de la reforma laboral del PP… son, entre otras medidas inmediatas que deben actualizarse.

Es de esperar que la razón y el sentido común impere y que la desvergüenza y el descrédito visible de jácaros, fatuos, pipiolos, niñatos o peleles, en el peor argot, logren finalmente entenderse y con ello evitar el bochornoso espectáculo de nuevas elecciones.

PP y Cs no deben cruzarse de brazos maliciosamente y con su estrategia que la burra vuelva al trigo, por el contrario, abstenerse a fin de lograr luego una mayor y mejor fiscalización y oposición.

Vox, por su parte, no injerirse en el progreso de este país, acaso si lo que pretende es establecer una cultura nacional recesiva propia, abran capillas y allí entonen sus loas y proclamas hacia un pasado del que el Estado Español no está obligado ni desea que se repita.

PSOE y Unidas Podemos deben permitir un gobierno en el que ninguno de los dos se antepongan, diferentes, sí, pero con un entendimiento en materias esenciales, con impacto a todas las comunidades del Estado, con servicios públicos adecuados y una lucha sin cuartel contra las desigualdades, huyendo de esa relevancia insolidaria de algunos nacionalismos en defensa de un territorio en perjuicios de otros, y evitando que tantas constelaciones electorales produzcan desafección política entre la ciudadanía y connivencias viciadas de personajes corruptos que viven a base de los demás de los entresijos de una mala praxis de lo que entienden como democracia.

 

Vicente Montejano Conejero

EL «FAR NIENTE» DE LA PLAGA DE ZAFIOS

Atravesamos desde el pasado mes de febrero una transición social inédita y peligrosa para toda la humanidad, en la que observamos que cabe, cuando no, la improvisación o el aprendizaje para menguar futuras pandemias que nos llegue por cielo, mar o tierra. Sin embargo, Spain is different y la crítica del too much aquí no cesa.

No hay necesidad de soportar el mal uso epistolario, radiofónico o televisivo alguno, que nos invoque un far niente,  que de modo empedernido nos machaque visión y oídos por quienes, en mi opinión, conforman una plaga de zafios, resentidos y procaces desestabilizadores, todo por el mero hecho de haber perdido el poder aunque no el dinero.

Estamos es un momento transitorio que marca un antes y un después, lo que era y lo que va a ser la vida a partir de cuando finalice todo este proceso calamitoso de enfermedades y muertes, para afrontar otro reto más perdurable y no mejor, esto es, una recesión económica e ignotos fenómenos de mayor calado de las habidos y para lo cual hay que estar preparados en colaborar todos juntos y no ocupar tinta o plano para hablar por hablar sin tener algo importante por decir a fin de obtener todos un buen fin.

En el plano internacional, Trump, Maduro, Johnson, Orban, Bolsonaro…, son seres estrambóticos, llenos de contradicciones y manipulaciones, que andan aún en el limbo histórico y social; espejos rotos en los que nadie se mirarán en un futuro.

La crisis va dejando en evidencia las debilidades de un modelo neoliberal que deja a cientos de millones de personas sin cobertura sanitaria universal (en EEUU afronta grandes resistencias ideológicas) mientras se mantiene un gasto estratosférico para Defensa. Una crisis que además de colocar al borde del colapso los sistemas sanitarios de varios países, ha demostrado que la UE es incapaz de articular una respuesta coordinada, coherente y precisa no sólo dirigida a ciertos países sino a todo el conjunto que conforma los pilares de su supervivencia, además de olvidar el dolor que el egoísmo nacional produce en gran parte del mundo. La pandemia de 1918 nos debería haber servido para evitar ahora el clima de desconfianza social, así como las divisiones nacionales existentes con profusión de xenofobia y respuestas autoritarias.

En el plano nacional, hay que recuperar calma y sensatez. El Gobierno escuchar, atender y actuar exclusivamente para reconstruir este país y la oposición, por su parte, percatarse que la gravedad de la situación obliga a limitar en consecuencia las críticas extemporáneas y esperar a que llegue el momento adecuado para ejercer las críticas que considere oportunas.

Acepto lo que tantos dicen o escriben, respecto a que los acuerdos reflejen el sentido de los pactos, pero que se realicen bajo la premisa de que ningún partido político por sí mismo cuenta con las respuestas y con las fuerzas suficientes para imponerlas al resto de la sociedad.

Sin discusión no hay democracia posible estable pero el terreno de juego debe conllevar un equilibrio de confrontaciones y que por acuerdo explícito o implícito deben sustraerse al debate cotidiano.

Hay que dar por sabido que la frontera entre lo sometido a tal debate y lo que se deja fuera de él por mor de circunstancias no es evidente ni estable. Confrontación y pacto, pese a la ambigüedad que emerja, son elementos necesarios en democracia pero una vez debatidos es el Gobierno el que actúa.

 

Vicente Montejano Conejero

UN 3×1 QUE ENGRASA EL VIRUS: ABASCAL, TORRA & AYUSO

Desconozco si Amazon u otro tipo de establecimiento on line dispone de mascarillas, desinfectante, tapones eficaces para el oído u otro utensilio que nos sea realmente útil cuando estamos viendo la televisión, tenemos la radio puesta o nos asusta el gorgoteo de gente con la que nos cruzamos y que se expresa como urogallos, a grito pelado. Es decir, una herramienta polivalente, a fin de con la misma saquemos óptimos resultados cuando sin querer debamos percibir estupideces no aptas para cualquier ser viviente que se precie de ello.

Aparte del 3×1 que existe en el mercado para engrasar superficies o cerraduras oxidadas, podría ponerse en marcha un nuevo producto que atajase a ese otro 3×1 formado por el portavoz de Vox, Santiago Abascal, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra o la procaz presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quienes con sus habituales declaraciones engrasan y manchan cualquier receta relacionada con la pandemia que actualmente sufrimos todos.

Sería importante también quedar inmune de los cuantiosos desacatos a los que nos tienen acostumbrados estos, y otros no citados, porfiados sujetos de la política hispana. Ninguno de ellos entiende que en una guerra sin cuartel como la que sostiene el pueblo español contra la pandemia, hay que estar firmemente predispuestos a aunar esfuerzos y coadyuvar en todo aquello que sea necesario para vencer este grave virus y con ello normalizar lo más antes posible la vida de toda la ciudadanía.

Hay que dejar de transitar por ansiedades de hablar y sólo por si hay algo que decir, ya que los tres políticos citados únicamente saben adaptarse al guión original que utilizaron en sus respectivas campañas.

Como ciudadano no ajeno a lo que acontezca en próximos capítulos sugiero que además de preocuparnos de nuestra salud, empecemos a recopilar y aplicar todo el aprendizaje que obtengamos de este saqueo epidémico y reforcemos nuestra energía y sabiduría para afrontar lo que va a ser, sin duda, el mayor conflicto económico social de los dos últimos siglos.

 

Vicente Montejano Conejero

 

LLAMADA A LA SOLIDARIDAD Y OÍDOS SORDOS AL RUIDO

Estamos viviendo en tiempo real el choque entre globalismo y el aislacionismo y en este caso cuenta el impacto y la reacción surgida ante la pandemia del coronavirus, un poderoso ejemplo de globalización de flujos biológicos, que desarticula esa miope creencia de la globalidad que sólo se basaba en un fenómeno comercial, tecnológico o financiero. También, esa tentación persistente de gobiernos que cierran fronteras ante la epidemia, no percatándose del apoyo que necesitan de otros países y de entes multilaterales como la OMS.

Pese a la amenaza del coronavirus, en Francia, Emmanuel Macron puso en marcha el pasado domingo 15 de marzo la primera vuelta de las elecciones municipales, tras consultar con los líderes del Senado y el Consejo Constitucional.

Varios centenares de manifestantes salieron por el centro de París, en su semana 70 de protesta, ignorando éstos la recomendación del Gobierno francés, que contradictoriamente había prohibido las concentraciones de más de 100 personas. Al día siguiente lunes, 16 de marzo, llamó la atención que Macron impusiera 15 días de cuarentena y haya retrasado, sine die, la segunda vuelta de las elecciones municipales, suspenda la reforma de las pensiones y exclame: “estamos en guerra”.

Sin desdeñar lo que eficazmente realiza distintas categorías de profesionales, expertos y científicos, sigue siendo llamativo que ciertos populismos convivan mal con todos los datos que contradigan sus intereses. He ahí que Michael Gove ex ministro inglés defienda el Brexit y afirme sin desparpajo que “la gente de este país ya ha tenido suficiente con los expertos”, uniéndose en tal rutinario desprecio con el presidente estadounidense Donald Trump, quien soflama que el cambio climático es una farsa montada por China y reafirmándose que él sabe más de guerra que sus generales o que él entiende mejor esto del coronavirus que los científicos.

El tiempo que se avecina en España y en todo el mundo no será fácil, por lo que es necesario guardar calma y mostrar atención a lo que nos atañe, sin que el ruido de los que vilmente aprovechan para hacer populismos políticos nos impida escuchar el alcance de ultimar la solidaridad entre toda la población, territorios y continentes. Es la hora de aprender lo que podría ser un preámbulo de una guerra química a gran escala, que en este caso ni lo es ni lo sea, pero que, lamentablemente, sí puede generar un grave conflicto socioeconómico.

Vicente Montejano Conejero

LA VIDA, ILUSIÓN MÄGICA

La vida es una ilusión mágica con un itinerario similar al que realiza un funambulista, de equilibrio y caída en un acto pero con descanso entre juventud y madurez.

Se acaba la obra y desaparece la magia y no queda ni siquiera el recuerdo de lo que todo fue ya que quienes lo ostentan son también efímeros y, tanto, legados como sueños dejan de existir.

A esa magia de no saber de dónde viene y dónde acaba y con un guión hecho sobre el agua, que se desdibuja y no perdura, sólo en la mente del que lo realiza, se llama vida.

Agua, pues, somos, con un estuario de energía que se diluye continuamente sin rumbo conocido ni con qué función se expande, sin partida ni llegada y sólo con encuentros fortuitos en el camino del que no se sabe dónde conduce y cuáles son las claves de su aparición y desaparición.

Nuestra corta presencia en este mundo no son más que imágenes diluyentes como chispas sin incendios, sin existencia vital física ni tiempo.

¿De qué materia se hizo el Universo y adónde nos lleva su magia en su espacio pleno?. Todo existe sin existir y en esa sempiterna contradicción forjamos el término vida a cada instante donde sólo se transpira,  sin tener en cuenta que el aliento de la vida no surge de un corazón que late sino de la propia vida forjada en presentes continuos que de inmediato se convierten en pasados irrecuperables.

Un guión sin medida que gravita recordando a un disco vinilo que dando vueltas armoniza y musiquea sin que se desprenda ninguna voz, ningún ruido, y sólo entreabriéndose la luz estelar iluminando tal magia del Universo, donde implícitamente, seres humanos o conocimientos, quedan en un simple encendido que en décimas se apaga, logrando acaso una chispa sin continuidad ni tiempo.

 

Vicente Montejano Conejero