MATAR POR MATAR

Dicen que apareció grafito de miles de años o millones de años con lo cual se deduce que el ser humano ya husmeaba por este planeta, llegado aquí no se sabe bien o creado o autocreado por aquello de la física cuántica y otros conceptos de difícil comprensión aún. Pues bien toda evolución necesita procesos para digerir presentes no consumibles. El ser humano a medida de que ha ido aprendiendo ha ido asumiendo errores y corrigiendo actitudes. Yo soy de los que dicen que el ser humano en un futuro de no sé cuanto tiempo no necesitará comer para proseguir su aventura por el espacio. Sé que es de difícil comprensión lo que avanzo pero sé que estamos en un intermedio de los millones de intermedios por los que se detiene o avanza el ser humano.
Sé que las flores que cortamos disponen de vida y así todo lo que se mueve pero lo que habrá que decir es que si a partir de ahora hay que seguir con ese raccord de costumbres malsanas de matar por matar y la mayor parte de las veces como entretenimiento, tales como la caza o los toros, llamada para colmo fiesta nacional, o bien salir de este intermedio interminable para no continuar con los disparates del pasado, costumbres y tradiciones.
Matar a un toro jaleando la cultura nacional es más que intrépido o épico una absoluta e ignara costumbre estupida que aún se da en nuestro tiempo. Ya entiendo los motivos rituales y funerarios o las necesidades de antaño para comerse uno a otro, ese maldito sacrificio como se ha llamado antaño por mor de seguir costumbres de diversos totems religiosos. Y digo yo o divisamos el futuro de otra manera o seguimos mirando (ojalá, sin ira, como la película), el pasado.
Historiadores e incipientes investigadores (siempre uno es incipiente en esta materia) deben separar sus conocimientos actuales de los que podrían tener en un momento dado si les dieran vida otros 250 millones de años para analizar cada época.
Lo de ahora y lo de siempre serán continuos procesos integrales de una época o de pléyades con culturas o entidades acomodadas en cualquier momento de la historia de este planeta. Pero hay que salir de ese zocalo y subir peldaños para no volver a bajar al Paleolítico Inferior, Superior, o este mismo presente en el que vivimos.
¿Acaso es lógico lo la fiesta de San Martín de la Vega lanceando a un toro hasta su muerte? o incluso ¿se entiende ahora a cualquier oráculo religioso que se sube a un púlpito y habla lo que habla a estas alturas?.
Por favor, nada de flashback a historias surrealistas o barrocas, que sólo conducen a la resignación y al martirio. Estimo que hay que incorporarse a estudios de los que cada científico sonsaca aprendizaje y evolución fin de poder otear horizontes que por procesos largos no nos dará tiempo de vislumbrarlos pero al menos sí de soñarlos y comportarnos como si en esas épocas estuviéramos. Todo este comentario se lo debo a Julio Losada García, historiador e investigador y que ponía en duda algunas de mis afirmaciones días atrás, al respecto de la fiesta de toros y otras costumbres. Julio es un persona a la que aprecio, y al que nunca sacaré un arma blanca o banderilla ni me lo comeré en escabeche, tal como se suele hacer con los sabrosos y exquisitos mejillones que prepara Charo en Baco’s.
Unha aperta y gracias para los que lleguen a finalizar esta lectura relativa a la evolución del ser humano y antañas costumbres que se prorrogan y que malamente se definen como tradiciones culturales.